Nuevo reto para la inteligencia artificial

Un juego millones de veces más versátil que el ajedrez y el Go es la nueva frontera para las máquinas con casi infinitas posibilidades de juego

Los videojuegos fueron creados para que con más o menos dificultades nosotros termináramos ganando siempre, dejándonos la tranquilidad de que nuestro cerebro supera ampliamente a las máquinas. Esto era así hasta que la inteligencia artificial nos hizo jaque mate en el GO. Y ahora, envalentonada con ese éxito, la inteligencia artificial arremete de nuevo y pone nuestro ingenio en vilo.

Estos bots —abreviatura de robot— son el alma de cualquier juego moderno. Los jugadores son cada vez más exigentes, si ponemos a Pokémon ejemplo, una de las saga de juegos más populares de la historia, tiene muchos jugadores entusiastas que conocen al dedillo las estadísticas de los monstruos, sus ataques y sus decisiones y  quieren enfrentarse a enemigos que supongan un reto a sus habilidades. La única respuesta satisfactoria es una inteligencia artificial entrenada específicamente para cada juego.

DeepMind, una subsidiaria británica de Google especializada en Inteligencia Artificial, que ya ha vencido públicamente a dos de los mejores jugadores de Go del mundo, ha puesto su objetivo ahora en un nuevo reto más complejo que los juegos de tablero. Starcraft 2 es videojuego con una premisa simple: los jugadores luchan por recursos en un mapa hermético hasta destruir las unidades rivales. Con fuertes notas de ciencia ficción, cuenta con tres razas y docenas de unidades con habilidades y contra-habilidades concretas lo que, durante sus interacciones y combates, crea una complejidad muchos niveles superiores al del ajedrez o el Go.

DeepMind  no es la única que se encuentra en este camino. OpenAI, una entidad sin ánimo de lucro establecida en 2015 por varios emprendedores renombrados de Silicon Valley, están trabajando en una inteligencia artificial capaz de derrotar a los mayores talentos humanos de Dota 2, otro de los títulos multijugador más complejos y populares del mundo.

“No afectará a la escena profesional del Dota, más allá de ofrecer una herramienta para entrenar mejor a los jugadores.” afirma Vlad Savov, con casi 4.000 horas jugadas. “Debido a los diferentes tipos de jugadores, el bot de OpenAI permitirá refinar las habilidades de los jugadores carry —un tipo de jugador exclusivamente ofensivo—, pero no mejorará el trabajo de los jugadores de soporte, que se centran en trabajo en equipo más que en el uno contra uno”.

Félix Palazuelos, con más de 3.000 horas dedicadas al juego recuerda,  “En dos semanas un robot ha aprendido cosas sobre el juego que no ha hecho toda la comunidad en más de una década. Cuando diez robots aprendan a jugar en equipo, estoy seguro que se aprenderán muchas más cosas y serán invencibles”.

Estudiar los movimientos y decisiones de los bots en estos juegos así como su capacidad de análisis ayudará a los humanos a descubrir facetas hasta ahora desconocidas del juego.

Estas facetas desconocidas del juego también llegaron al ajedrez con la llegada de las máquinas. El impacto de la pérdida de Kasparov ante DeepBlue de IBM causó un impacto en el mundo del ajedrez. Hoy los mejores profesionales del ajedrez entrenan contra máquinas de forma constante, estas interacciones se mezclan con sus intuiciones y acaban aprendiendo técnicas específicas que no habrían surgido en una carrera profesional tradicional. Las estrategias del ajedrez moderno han sido alteradas para siempre por las máquinas.

Si volvemos al origen de los videos juegos y su escencia, habría que replantearse si los que queremos es sentarnos a jugar con un bot que nos desafía al máximopero con la posibilidad de ganarle…..o si queremos enfrentarnos a que nos derroten indefectiblemente por su efectividad absoluta.