Paraguay: Nueva regulación para el dinero móvil

Existe una gran oportunidad para incrementar el acceso financiero en Paraguay. Este país presenta una de las tasas más bajas de penetración bancaria en América Latina: solamente un 22 % de la población adulta en Paraguay tiene una cuenta en una institución financiera formal, quedando a la par de las tasas de penetración bancaria de Haití y Guatemala (World Bank Global Findex 2011).

Afortunadamente, las autoridades financieras en Paraguay están comprometidas con el doble objetivo de estabilidad e inclusión financiera, y están tomando importantes medidas para hacer una realidad de esta oportunidad. El Banco Central de Paraguay y la Superintendencia de Bancos han emprendido el desarrollo de una Estrategia Nacional para la Inclusión Financiera, junto con el Banco Mundial. Además, el Banco Central de Paraguay recientemente ha emitido una nueva regulación que tiene como objetivo formalizar el rol de los operadores móviles como emisores de dinero electrónico.

La evidencia anecdótica, las lecciones comerciales y los principios de regulación internacional coinciden todos en defender la apertura del mercado a proveedores con diferentes propuestas de valor y modelos de negocios. Las buenas prácticas están bien establecidas, tanto a nivel regulatorio como comercial, para garantizar la solidez de los programas del dinero móvil y contribuir a la integridad y estabilidad del sistema financiero.

A través de la Resolución 6, emitida en marzo de 2014, los operadores móviles en Paraguay pueden convertirse en emisores de dinero móvil con licencia, o Entidades de Medios de Pagos Electrónicos (EMPEs). Y de acuerdo a las buenas prácticas internacionales, las EMPEs están sujetas a medidas para salvaguardar los fondos de los clientes. Los titulares de licencias deben establecer una cuenta fiduciaria por el mismo valor que el monto del dinero emitido de manera electrónica y no se les permite intermediar fondos. Además, todas las transacciones deben realizarse online, en tiempo real, habiéndose establecido un tope máximo para los balances de cuentas de dinero móvil.

La regulación paraguaya también incluye estipulaciones sumamente particulares, que no han sido puestas a prueba en otros mercados. Una de las más notables es que los balances de las cuentas que han estado inactivas durante 90 días o más, deben ser automáticamente transferidos a una cuenta de ahorro en una institución financiera formal. Si el titular de una cuenta de dinero móvil aún no tiene una cuenta bancaria, la EMPE debe facilitar la apertura de una cuenta, sin papeleo, para el cliente en un banco asociado. La interoperabilidad de cuenta a cuenta entre billeteras móviles y cuentas bancarias será necesaria para posibilitar plenamente esta estipulación. De hecho, la regulación requiere la interoperabilidad, aunque se dejan abiertas las especificaciones comerciales y técnicas para que sean definidas por la industria.

Los servicios de dinero móvil en Paraguay ya han multiplicado por diez el número de puntos de contacto minorista con el sistema financiero. Personal y Tigo están a la cabeza con Billetera Personal y Tigo Money, respectivamente. Más allá de proporcionar la capacidad para procesar remesas, estos servicios también ofrecen a los clientes la capacidad para controlar mejor sus situaciones financieras e incrementar su acceso a los servicios financieros formales. Por ejemplo, el desembolso y la cobranza de préstamos se facilitan a través del dinero móvil, sin que un cliente tenga la necesidad de trasladarse a una sucursal bancaria.

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