Periodistas señalaban varios videos de Youtube con contenidos que incitaban al odio o hacían apología del terrorismo o con David Duke, líder del KKK

Todo el revuelo empezó en la prensa británica. El pasado marzo, en una serie de artículos en The Times y The Times of London, los periodistas señalaban varios videos de Youtube con contenidos que incitaban al odio o hacían apología del terrorismo. Nada nuevo, de momento, pese a que la plataforma de videos asegura filtrar mensajes con contenido inapropiado, la ingente cantidad de videos que alberga Youtube difculta mucho el filtraje. Esta vez los medios ponían el foco en los anuncios que aparecían antes de estos videos, que podían ser de marcas tan conocidas como Mc Donalds o la BBC.

Y así quedó claro que Youtube tenía un doble problema con los filtros de contenidos. Una serie de marcas (The Guardian, BBC, Toyota, Audi, HSBC, el gobierno británico y un largo etcétera) deploraron que su publicidad se relacionase con videos como los de David Duke, líder del KKK, o un predicador homófobo que defendía el tiroteo en Orlando. En pocas semanas más de 200 marcas del Reino Unido y otras cuantas de los EEUU iniciaron un boicot a la popular plataforma de videos online. Retiraban su inversión publicitaria, decían, hasta que Youtube mejorase sus controles.

Pero a juzgar por lo que dice Media Radar, una empresa que analiza la publicidad online, es muy difícil para las marcas resistirse a los cantos de sirena de Youtube. Media Radar ha descubierto que muchas de las empresas estadounidenses que secundaron el boicot han vuelto sigilosamente a la plataforma. En concreto, de las 13 marcas que retiraron anuncios, seis han vuelto: General Motors, Johnson & Johnson, Nestlé, AT&T, Verizon y Walmart. El rastreo de Media Radar no funciona en Reino Unido, así que de momento no podemos saber cuántas empresas británicas han vuelto a la plataforma.