Posibles escenarios de la reactivación económica post pandemia

2020 ha sido un año en picada para la economía global. Los ciclos económicos reportan una contracción acelerada donde una posible expansión parece no tener cabida, ocasionando una mayor incertidumbre entre el corto y mediano plazo sobre cómo será la recuperación económica.

Posibles escenarios de la reactivación económica

Mientras algunos esperan una recuperación lenta y gradual, para otros la situación representa el paso hacia un nuevo panorama económico mundial. Con el confinamiento drástico como medida de contención del virus, el primer trimestre de 2020 fue un escenario con serias contracciones del PIB para algunas de las principales economías del globo.

En Asia, China y Corea del Sur reportaron contracciones del -9.8% y -1.45%. En Europa, Francia, España y Bélgica registraron -5.8%, -5.2% y -3.9%, respectivamente. Mientras que en América, Estados Unidos reportó -1.2%. (Cifras citadas en Statista.com)Se trata de indicadores que en consideración al panorama económico, social y sanitario mundial, no parecen mejorar significativamente en los próximos 45 días, cuando se cumplirá el cierre del segundo trimestre de 2020; una perspectiva preocupante que se robustece con el detrimento de las horas de trabajo de millones de trabajadores.

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De acuerdo con el informe de la OIT, ‘El Covid-19 y el mundo del trabajo – tercera edición’ (29 de abril 2020), para el primer trimestre de 2020 se reportó una disminución del 4.5% de las horas de trabajo de tiempo completo, equivalente a 130 millones de plazas deterioradas. Para el segundo trimestre se estiman resultados más graves con una disminución del 10.5%, equivalente a 305 millones de plazas.

Este panorama representa la desaceleración de la actividad económica, ya que a menos horas de trabajo, menor producción y por ende menor poder adquisitivo. ¿Estamos en recesión? Considerando que los países desarrollados reportan un porcentaje importante de paralización en su actividad comercial, la respuesta inmediata sería un rotundo sí. Desde la perspectiva académica, esta afirmación se confirmaría si la curva del ciclo económico reportara una contracción del PIB en el segundo trimestre de 2020. De acuerdo con la evidencia sobre el desenvolvimiento de crisis previas, luego de dos contracciones trimestrales consecutivas, la tendencia ha sido una contracción prolongada.

Una curva en descenso es preocupante, ya que podría llevar a una depresión. Este último es un estado que requeriría de acciones que escapan de las herramientas monetarias y fiscales convencionales, que son empleadas en ciclos normales con el objetivo de la reactivación. Frente a esta no convencionalidad del desempeño económico, es importante considerar los posibles escenarios de recuperación. Estos, definidos a partir de las afectaciones, así como de las medidas que ya han sido y serán puestas en práctica por parte de las administraciones de Gobierno.

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A partir de estas consideraciones, en el ámbito global se traen a colación cuatro escenarios. Partiendo desde el más optimista al menos favorable, la curva del ciclo económico podría reflejarse en forma de cuatro letras: V, U, W y L

Escenario optimista

Este se ilustra con la V, que refleja una acelerada caída de la curva, hasta un punto de inflexión donde lo que acontece posteriormente es una rápida recuperación. Tal como se ha suscitado con la crisis sanitaria actual, hemos visto cómo la actividad comercial se ralentiza paulatinamente. Sin embargo, esta anhelada recuperación que refleja la V luego del punto de inflexión, tiene pocas probabilidades en el contexto actual. Si bien es cierto que en algún momento es posible recobrar el alza, hay que considerar ciertas barreras como el retorno gradual y la carencia de una vacuna. Por otra parte, si tomamos en cuenta las recomendaciones de prevención, nos encontramos con la reducción de horarios laborales, la promoción de trabajo remoto e incluso con la integración de departamentos de contingencia. Todo ello, que a pesar de tener un impacto positivo eventual, frena el cambio en la curva. A ciencia cierta, este es el escenario ideal, pero el menos realista.

Escenario medio

En este escenario el ciclo económico se ilustraría con una curva en forma de U, caracterizada por una caída drástica de la economía y una recuperación lenta. Este escenario es el de mayores probabilidades. Primero, por los esfuerzos en materia de prevención que se están realizando por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los gobiernos en turno de cada jurisdicción. Segundo, por la iniciativa de flexibilización gradual de las medidas de confinamiento, que promueven un retorno controlado tanto a la actividad profesional como comercial. Otro factor que favorece las probabilidades de este escenario es el hecho de que ciertos sectores han estado activos desde la declaración de emergencia. Además, son diversas las oportunidades en el ámbito profesional y comercial que se generan de la crisis. Todo ello aporta al PIB y propicia a esta recuperación paulatina en el mediano plazo. En este escenario definitivamente cuesta recuperarse, pero se lograr salir eventualmente.

Escenario pesimista

Las perspectivas de crecimiento negativo del -3% para la economía mundial, publicadas en la actualización del ‘Informe de perspectivas’ del FMI (abril 2020), dan lugar a una curva en forma de L. Un escenario donde la recuperación tiene cabida, pero en una nueva tendencia de los ciclos. Es decir, que no se regresa al punto de antes tal como lo ilustra una curva V o U. Estas dos curvas, a pesar de diferenciarse en cuanto al ímpetu de la recuperación, terminan por equiparar los resultados del período precrisis. Este escenario se podría catalogar como el menos deseado. A estas alturas nadie busca lidiar con mayores niveles de incertidumbre a los ya existentes.

Escenario intermitente

Ilustrado con la letra W. Siendo su primera línea el reflejo de la caída de la curva continuando hacia un punto de inflexión, con una recuperación acelerada. Pero que se verá interrumpida para dar paso nuevamente a una caída drástica a razón de las secuelas de la crisis u otros factores. La W simula un ciclo económico normal con sus altas y bajas, pero debido a la volatilidad ocasionada por la crisis, la curva escapa de ser convencional ya que las caídas y las alzas son muy drásticas.