Prendas de vestir que almacenan información de modo invisible

Científicos de la Universidad de Washington han creado tejidos y prendas de vestir que pueden almacenar datos, desde códigos de seguridad a etiquetas de identificación, sin que se necesite que vayan acompañados de sensores ni dispositivo electrónico alguno. Esta nueva clase de telas podría ser el primer paso hacia la fabricación de ropa, que almacene contraseñas invisibles que nos abran la puerta a nuestro domicilio o a la oficina. En ese sentido sería como reemplazar una llave tradicional por una prenda.

El equipo de Shyam Gollakota, profesor en la Escuela Paul G. Allen de Ciencia de Ordenadores e Ingeniería, de la Universidad de Washington en la ciudad estadounidense de Seattle, trabajó con las propiedades previamente no exploradas de un hilo conductor común. Los datos pueden ser leídos usando un instrumento integrado en muchos de los actuales teléfonos inteligentes para permitir el uso de aplicaciones de navegación. En palabras de Gollakota, podemos pensar en la tela como en un disco duro: usarla nos permitirá almacenar datos en nuestra ropa.

Al no tener presente ningún equipo electrónico, las prendas hechas con esta tela inteligente se pueden planchar, así como poner en la lavadora y en la secadora.

Es cada vez más habitual combinar hilo conductor (hilo bordado que puede transportar una corriente eléctrica) con otros tipos de electrónica para crear atuendos especiales, animales de peluche u otros objetos que se iluminen o permitan alguna otra función propia de dispositivos electrónicos tradicionales.

Pero los investigadores de la Universidad de Washington se dieron cuenta de que este hilo conductor ya disponible también posee propiedades magnéticas que se pueden manipular para almacenar datos digitales o bien información visual como letras y números. Estos datos pueden ser leídos con un magnetómetro de bajo coste que mide la dirección y la intensidad de los campos magnéticos y que está integrado en la mayoría de los teléfonos inteligentes.

“Estamos usando algo que ya existe en un teléfono inteligente y que casi no gasta energía, así que el coste de leer este tipo de datos es insignificante”, subraya Gollakota. En una demostración de esta tecnología, él y sus colegas almacenaron la contraseña de una puerta electrónica en un trozo de tela conductora cosido a un puño de camisa. Desbloquearon la puerta agitando esa parte de la camisa frente a un conjunto de magnetómetros.

Los investigadores también han preparado de ese modo prendas como una corbata, un cinturón, un collar y una pulsera, comprobando que conservan durante un tiempo suficiente sus datos.