Roche sale a competir con Abott con un nuevo sensor para diabetes

Hasta hoy el sistema de detección de las glucemias en diabéticos era de dos tipos, a través de pincharse previamente a cada ingesta y leer el resultado usando tiras reactivas o con un sensor que se coloca sobre la cara externa del bazo y mide la glucemia en el espacio intersticial del tejido celular subcutáneo, el cual debe ser cambiado cada 15 días.

Roche anunció el lanzamiento de un nuevo sistema el cual cuenta con un sensor de glucosa, un transmisor inteligente y una aplicación móvil. Así es el nuevo sensor implantable para personas con diabetes, que mide el nivel de azúcar en sangre de forma continua durante seis meses, 12 veces más que cualquier otro dispositivo disponible en Europa, sin tener que cambiarlo cada 15 días.

El sensor, lanzado al mercado español por la farmacéutica Roche Diabetes Care, es una pequeña cápsula, del tamaño de una píldora, que se implanta en la parte superior del brazo, y sobre el sensor se coloca el transmisor, que es recargable y resistente al agua. Desde allí se envían los datos a una aplicación instalada en el smartphone del usuario que permite ver las lecturas en tiempo real.

El nuevo sensor permite detectar y corregir situaciones graves de hiper o hipo glucemias, incluso durante la noche, gracias a un sofisticado sistema de alertas por vibración, y, a diferencia de otros sensores, sus lecturas no se ven afectadas por la toma de fármacos como el paracetamol.

“Estamos muy satisfechos de poder traer este avance a las personas que conviven con la diabetes. Nuestro objetivo es ofrecer una gestión integral de esta enfermedad, mejorando la calidad de vida con soluciones adaptadas a las necesidades de su día a día”, ha destacado Lisa Huse, directora general de Roche Diabetes Care Spain.

Una de las características del sistema es que el sensor y el transmisor no se encuentran conectados físicamente como en el resto de los medidores continuos. El transmisor se adhiere a la superficie del brazo y se puede extraer en cualquier momento, y, cuando se vuelve a colocar, la batería del transmisor activa el sensor implantado y éste, a su vez, le envía los datos al transmisor, que calcula los valores de glucosa y los transfiere por ‘bluetooth’ al teléfono del paciente.

Además, el transmisor tiene la capacidad de almacenar los valores registrados y proporcionar alertas vibratorias que el paciente puede notar en su brazo cuando los niveles de glucosa son demasiado altos o demasiado bajos.

Este nuevo sistema implantable ha sido probado en 87 pacientes de once hospitales de España durante tres meses. La endocrinóloga del Hospital de Sant Pau Cintia González ha calificado este nuevo dispositivo como “casi un seguro de vida”, debido a la función que “permite avisar al paciente, mediante vibración, de que va a entrar en una hipoglucemia, sin necesidad de que tenga el lector cerca o deba consultar los datos en una pantalla”.