Snapchat quiere monetizar su negocio

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  • 09/12/2014

En una nueva jugada por monetizar su aplicación, Snapchat ha puesto su mirada en Imran Khan, analista de Credit Suisse a cargo de la Oferta Pública Inicial (OPI) de Alibaba, a quien nombrará como primer director de estrategia de la compañía.

Es un directivo con un interés especial por el mercado chino, del que Snapchat es originario. Antes de su ingreso a Credit Suisse, en el año 2011, durante su etapa en el JP Morgan Chase & Co, hacía viajar a inversionistas estadounidenses con regularidad a China para reunirse con empresas como Alibaba y Baidu.

Esta es una iniciativa de la compañía que puede generar varias lecturas de fondo. Una es que se trata de un movimiento estratégico relacionado con nuevas operaciones que desemboquen en una posible salida a la Bolsa.

Khan tiene experiencia en eso. Y a gran escala. El fue una figura clave con el gigante chino Alibaba que ingresó en el mundo bursátil con la mayor oferta pública inicial que jamás tuvo la New York Mercantile Exchange (NYSE), con la venta de US$ 21.800 millones en acciones.

No es la única contratación relevante que ha hecho la empresa que permite enviar mensajes que desaparecen automáticamente luego de unos pocos segundos. En el último año también se incorporó Emily White, que estuvo en Instagram y Facebook, y ahora es directora de operaciones de la compañía; y Jill Hazelbaker, ex ejecutiva de comunicación de Google, a cargo de la comunicación de Snapchat.

A estas acciones relacionadas con nuevos directivos, se suma la expansión de sus servicios para agregar nuevas fórmulas para garantizar la rentabilidad de la compañía. Uno de los últimos movimientos fue Snapcash, una herramienta que es el resultado de su alianza con la firma de pagos en línea Square, creada por Jack Dorsey, uno de los cofundadores de Twitter.

Con esta iniciativa, ingresó a un nuevo terreno que le permitirá una mayor expansión a la que ya se está generando, a punto tal que en su más reciente campaña de recaudación de fondos, ha sido valorada en US$ 10.000 millones, y está siendo considerada como una creciente amenaza para compañías de internet como Facebook y Twitter.