Te contamos cómo se aceleró la inclusión financiera de los medios de pago durante la pandemia

La pandemia del covid-19 resultó ser un disparador para los servicios financieros y la economía global. Todas las innovaciones esperadas para dentro de 5 años sucedieron en forma ininterrumpida desde marzo del 2020 hasta hoy. Nadie estaba preparado para ello, ni los gobiernos, ni la banca ni los consumidores.

Los usuarios se vieron de pronto necesitados de apelar a la compra online y de los medios de pago digitales que muchos, hasta marzo, no tenían ni siquiera en su radar.

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A escala global, los ingresos anuales por pagos podrían alcanzar US$ 1,8 billones de dólares para 2024 en un escenario de recuperación rápida, según un informe de Boston Consulting Group.

La extensión del comercio electrónico y una mayor inclusión financiera son las principales causas de este aumento del pool de ingresos.

Según Lucas Medola, CFO de PayPal Latinoamérica, “En tiempos de crisis las nuevas tecnologías y la digitalización se aceleran, muchos métodos tradicionales para manejar nuestro tiempo ya no funcionan. Si a esto le sumamos trabajar desde casa nos encontramos ante una situación nueva, diferente y que necesita de mucha adaptación.”

Aunque la crisis de COVID-19 ha remodelado en parte la forma en que los consumidores y las empresas realizan transacciones, tendencias favorables como el cambio a los pagos sin contacto, la creciente adopción de billeteras digitales y el uso más generalizado de la automatización de los pagos entre empresas, elevará las perspectivas de la actividad a mediano plazo, según un nuevo informe de Boston Consulting Group (BCG), titulado “Global Payments 2020: salto hacia el futuro”.

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Tecnología y smartphones, tus mejores aliados

La importancia de tener una buena salud financiera se ha convertido en una seria preocupación. Las personas que presentan vulnerabilidad financiera pueden llegar a contagiar los efectos negativos en sus hogares comprometiendo su bienestar. Frente a la crisis desatada por el covid-19 es importante ver en qué medida se puede contribuir a mejorar la capacidad de resiliencia financiera. La tecnología nos ayuda a impulsar estos cambios.

Siguiendo con estas tendencias hoy en día existen muchísimas aplicaciones y herramientas, como los medios de pago, que nos ayudan a organizar mejor y optimizar nuestro trabajo y tiempo, debemos usarlas para hacer nuestra vida mas fácil. Por otro lado, a nivel personal también podemos hacer nuestra vida más fácil, a través de los medios de pagos digitales, ejemplo PayPal, las compras nos resultarán más simples y en menos tiempo. Es ahí donde el teléfono móvil es clave ya que nos permite completar servicios bancarios esenciales, enviar remesas y hacer todo tipo de transacciones bancarias.

“Dentro de todo este nuevo paradigma tenemos que hacer hincapié en la seguridad cibernética la cual debe ser parte de la planificación de TI y de negocios, no algo improvisado. Tener una estrategia lista ante cualquier situación no significa que erradicaremos los riesgos, ya que el cibercrimen está volviéndose cada vez más sofisticado. Sin embargo, nuestra educación y concientización pueden hacer la diferencia, al igual que nuestros recursos para protegernos y hacer estos ataques cada vez menos dañinos y frecuentes, “continua Medola.

Para entender la transformación digital, primero se requiere comprender el denominador común de esta revolución: la centralidad del cliente. Pensar en herramientas que generen una solución a un problema existente o una forma más rápida y simple, con menor esfuerzo o que requiera menos tiempo, ha sido el leitmotiv de las aplicaciones digitales para conseguir una rápida adopción y posterior monetización.

Los medios de pago digitales han llegado para quedarse de la mano de un consumidor que supo adaptarse al cambio vertiginoso secundario a esta crisis.