Test caseros de fertilidad masculina con una fiabilidad superior al 90%

Desde hace unos años se comercializan pruebas domésticas que analizan la calidad del semen, pero a diferencia de los primeros test que salieron al mercado, los nuevos dispositivos ofrecen fiabilidades superiores al 90%, lo que puede contribuir a su popularización.

Hay dos tipos: los más antiguos, que evalúan la concentración de espermatozoides, pero no su motilidad –la capacidad que tienen para moverse-; y una segunda clase, que incorporan innovaciones que permiten medir también este parámetro, indispensable para la calidad del semen.“Pude haber muchos espermatozoides y muy pocos de ellos con movilidad, por lo que los test antiguos no pueden hacer una estimación directa de la calidad”, concreta Marcos Meseguer, embriólogo y Supervisor cientifico FIV de la clínica IVI.

Este centro de reproducción asistida ha colaborado en un estudio, presentado recientemente, que demuestra la eficacia del la prueba de fertilidad doméstica SwimCount. La novedad que introduce este test respecto a otros que se comercializan es que no sólo permite medir la cantidad de espermatozoides de una muestra de semen, sino también la movilidad progresiva –su capacidad para moverse en línea recta-.

La prueba es sencilla de realizar: sólo hay que depositar una pequeña muestra de semen sobre el dispositivo y, al cabo de 30 minutos, el resultado es consultable. Cuantos más espermatozoides hayan sido capaces de desplazarse correctamente, mayor será la intensidad del color de la ventana del aparato. El test está diseñado para indicar un umbral de fertilidad masculina superior a 10 millones de espermatozoides mótiles por mililitro, ya que un número inferior implicaría dificultades para obtener un embarazo natural en un plazo de un año.

Este tipo de test “pueden tener una utilidad” al comienzo de intentar conseguir un embarazo de manera natural, sostiene el director de Andrología del Institut Marquès, Ferran García, que también es presidente de la Sociedad Española de Andrología. La fertilidad es una cualidad “que presuponemos” que tenemos, por lo que [al principio de intentar el embarazo] nadie va a una clínica a hacerse un seminograma, comenta.

Para Mª José López Rubira, directora del laboratorio de la clínica IRAGA, el resultado de esta prueba casera es “muy orientativo”. Sin embargo, reconoce que si es negativo, “es un buen indicativo” para acudir a una clínica de reproducción asistida y no esperar el tiempo recomendado por los expertos para la consecución de un embarazo natural: seis meses, según la Sociedad Española de Fertilidad, o un año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Ante un resultado anómalo del test, los expertos recomiendan acudir a un especialista para realizar un espermograma, el análisis que de forma generalizada se utiliza en los centros de reproducción asistida. Esta prueba de laboratorio tiene en cuenta un parámetro que no son capaces de medir los test que hasta ahora han salido al mercado: la morfología de los espermatozoides, que pueden presentar anomalías como ser bicéfalos o tener dos colas, según indican expertos del sector consultados.

Básicamente, hay tres factores que se evalúan para determinar la fertilidad masculina: el número, la movilidad y la morfología de los espermatozoides. “Cuantos más parámetros analices, la prueba se aproximará más a un diagnóstico correcto”, explica Ferran García. Puede haber otros motivos, como anomalías genéticas, que influyan en la consecución de un embarazo.

“La morfología es el parámetro menos importante de los tres que se estudian para valorar la calidad del esperma”, la calidad del semen es una combinación de la cantidad y la motilidad de los espermatozoides.

Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) han inventado otra prueba casera de fertilidad masculina, comercializada bajo la marca Yo Sperm Test, que analiza la calidad del semen de manera rápida, sencilla, barata y precisa con la cámara de un teléfono móvil a través de una app. El test, cuya comercialización ha sido aprobada por la FDA, mide tanto la cantidad de espermatozoides como su motilidad.

“Queríamos conseguir que las pruebas de infertilidad masculina sean tan sencillas y asequibles como los tests de embarazo que se hacen en casa”, declaró en un comunicado Hadi Schafiee, director de la investigación. Para realizar el test, basta con recoger un minúsculo volumen de semen con una especie de jeringa, la cual lleva en su interior un chip de análisis de microfluidos. Este chip se introduce en un dispositivo creado por los investigadores de Harvard.

El dispositivo está diseñado para poder fijar el celular encima. La cámara del celular, con la ayuda de las lentes situadas en el interior del dispositivo, analiza la muestra de semen. El veredicto se obtiene en menos de cinco segundos. La sensibilidad es del 97%, según el fabricante. “Este dispositivo te permite obtener una muestra de semen, coger una gota, ponerla en un porta, que a su vez se puede introducir en un dispositivo que se conecta al smpartphone para que éste grave un vídeo que se analiza a través de una app”, detalla Ferran García.

El experto comenta que este dispositivo ofrece la posibilidad de realizarse varias veces la prueba, lo cual es interesante, como explica el andrólogo, ya que el semen tiene fluctuaciones fisiológicas –no hay dos seminogramas idénticos-. “Pero si hay un problema, éste se repetirá en la mayoría de los análisis”, advierte.

No obstante, añade que la fertilidad “no se demuestra con seminogramas, sino teniendo hijos”. El espermatozoides es vehículo para transportar la carga genética, que a veces puede tener problemas, que son más frecuentes entre la gente que es estéril, dice García.

Mª José López Rubira sostiene que este tipo de test que funciona a través de una app “es el sistema más similar al del microscopio”, aunque no tenga en cuenta ni la capacitación que se hace en los laboratorios de las muestras –donde se escogen las mejores células sexuales y se hace un recuento de ellas- ni el estudio de la morfología ni el volumen. Así como tampoco la viscosidad ni el PH del semen.

SwimCourt, ha llegado a acuerdos con más de 35 distribuidores de distintos países, mientras que el Yo Sperm Test se comercializa en Estados Unidos al haber recibido autorización del Departamento de Salud y Servicios Humanos (FDA).

Si bien Meseguer reconoce que hay centros de reproducción asistida que pueden tener el temor de que este tipo de pruebas reduzca su volumen de negocio, él considera que “siempre es bueno facilitar al paciente el diagnóstico”, sobre todo cuando para “muchos hombres” todavía es un tabú acudir a una clínica de reproducción asistida para realizarse un espermograma.

“Incluso, una prueba realizada en una clínica no descarta ni asegura que una pareja pueda tener hijos porque hay otras variables que pueden condicionarlo”, continúa Meseguer. La infertilidad masculina representa un 40% de los problemas de las parejas para concebir un hijo. El otro 40% se debe a la mujer y el 20% restante a causas desconocidas.